lunes, 19 de septiembre de 2022

Sueños.

     Hola a todos! antes que nada quiero agradecer a las personas que están colaborando para que el blog sea más interesante y que pueda llegar a más lectores. Ya tenemos Instagram, les dejare al final el link para que me sigan. Se que es muy reiterativo de mi parte, les pido que me ayuden a compartir mi contenido. 
Muchas gracias


    
    Hoy vengo a exponer sobre lo que considero, uno de los ingredientes fundamentales de la vida. En conjunto con el amor, los sueños son lo que dan un rumbo al ser. Evidentemente muchos son los sueños que  podríamos tener, para algunos impensados y para otros se convierten en metas. 
 Miramos en general y creo que no tiene sentido  vivir sin un sueño, sin un imaginario dónde expresamos nuestros deseos más recónditos, en donde pretendemos estar. Ese subjetivo pensamiento que mezcla realidad con anhelo. Que puede variar con el tiempo, que puede mantenerse. Que podemos cuestionar. Pero aún así nos muestra una proyección del futuro. Intuitivos o desacatados siempre se entregarán a nosotros para seguir adelante.
Para algunas personas los sueños se transforman en parte de su arte, para otros se tornan objetivos. Pero siempre nos llevan hacia un algo, cómo dije antes a medida que transitamos ese camino puede que éstos cambien, varíen aspectos. O simplemente contengan escepticismo. 

A medida que fui creciendo me di cuenta que la facilidad para soñar se va perdiendo. la crueldad de la adultez nos hace perder ese imaginario. y nuestros sueños se vuelven cada vez menos. Pero ¿Qué pasaría si los adultos pudiéramos soñar como cuando somos niños? A que quiero hacer referencia, a esa mescla de inocencia y fantasía que habitan en ellos. Cuanto perdemos al crecer y conocer, modificará la personalidad ese hecho. Porque hay adultos que juzgan a otros adultos que disfrutan de  cosas infantiles. Se replantearon alguna vez, cuantas veces nos juzgaron por inmaduros, cuando solo expresamos nuestros sueños. 

Si yo tuviera que pedir algo a mis lectores es, tomen un momento en su semana, deténganse a recordar en esa inocencia que tienen los niños, que la fomenten, que ayudemos a utilizar la imaginación, a proyectar cosas extraordinarias, para que a medida que vaya la realidad acechando la misma, ese niño pueda contar con las herramientas necesarias para no abandonar el recurso de soñar. Y a ustedes, cada uno que se ponga  a soñar, a proyectar  no para generar frustración
, sino para incentivarse a continuar día a día por un objetivo que les genere placer, que tenga significado y que les haga sentir la plena felicidad. 

Soñar no cuesta nada, nadie puede coartar tu mente, no hay limites, no hay brechas. Todo es posible en tu mente y tu corazón.