Hola gente, me costo llegar a esta compleja opinión, y digo compleja porque ésta vez me tomé el trabajo de informarme al respecto y comparto parte de ello... seria de gran ayuda que puedan dejarme sus comentarios y compartan la publicación. Es mi manera de expresar la preocupación de la falta de conciencia sobre el mismo.
Pensar en el dolor, es inmediatamente la razón para sentir una reacción física. O nos traslada a aquella afección que de repente nos hace estimular las terminaciones nerviosas en respuesta a algo, ya sea de corte sensorial o tal vez interno en nuestro cuerpo. Pero claramente no soy médica para abordar la temática desde un ámbito fisiológico. Tampoco soy psicóloga, pero tengo la necesidad de expresar y compartir mí versión del dolor, y desde mí percepción como humana. Puedo decir que tengo un parámetro muy amplio de dolor, ese umbral esta comprobado ya que una de las afecciones que acompleja mí vida es una neuralgia afectando directamente mis nervios. Podría detenerme en la teoría de qué es, para qué sirve y de hecho puedo expresar un poco lo teórico en lo que me base para escribir hoy. No simplemente lo hago sin saber, sino que me gusta complementar mí visión con información. No siempre será la correcta, pero tampoco me limito a establecer un tópico y opinar desde lo que me da la mente. Ésta vez es el dolor, mí estrella. Y no voy a caer en generalizaciones, pero me atrevo a decir que es conocido en todo el mundo y probablemente su fama sea por la manera es que puede afectar nuestra vida cotidiana.
Aquí me detendré, porque voy a hablar desde la base, del día a día. Hablaré desde la perspectiva de aquellos que a causa de una enfermedad conviven en sus días con dolor, con esa sensación frustrante de que a pesar de cada milímetro de movimiento o cada segundo que pasa, está presente. Tan presente que transforma nuestro carácter, nuestra disposición. Tan presente que una droga externa es necesaria para aplacarlo, para disminuir su sensación. Hay personas que limitan su vida, su movilidad, su contacto social por el. Hay patrones de comportamiento establecidos que demuestran científicamente las personas que lo padecen.
Cuánto peso es el que cargamos cuando él está presente, solo hablando de la fisiología. Pero me detengo, cómo dije antes, ese dolor que no está en una parte puntual del cuerpo, ese que nos da sensación de pánico, que oprime el pecho, que refleja la angustia, aquel que se alivia con un poco más que una simple droga, que requiere connotaciones sociales, condiciones personales y fuerza de voluntad por sobre todo.
¿Está relacionado el dolor con las emociones? La respuesta es si. Ampliamente.
Las emociones de afectos negativos producen una activación en el cuerpo que no sólo pueden producir una sensación de malestar. Sino que además pueden llegar a crear una importante activación fisiológica del sistema nervioso autónomo y del sistema endocrino, que acabe produciendo dolor físico. DOLOR EMOCIONAL
Estoy completamente convencida que si de dolor se trata podemos hablar la gran mayoría, pero gracias a un par de personas que me permitieron conocer acerca de la opinión propia, llegué a la conclusión que hay cosas básicas como el detenerse a pensar la preguntas como: ¿Qué es el dolor? ¿por qué lo sentimos? no aparecen en el cotidiano. Es cierto que cada quien vive a su ritmo de vida y que probablemente cada uno de los que nos detenemos un segundo a pensar, no es específicamente el dolor es el tema más elegido.
Considero, de estricta necesidad qué se enseñe a las personas a conocer qué es el dolor, cuál es la diferencia entre el dolor físico y cuan importante son las emociones para sobrellevar, superar e incluso poder autoevaluar la procedencia del mismo. Las emociones que representan un sentimiento de frustración, las advertencia que pueden ayudar a evitar problemas concretos. La depresión o la ansiedad pueden ser detonantes o derivadores del mismo, el foco de dolor debe poder detectarse.
En conclusión, hoy vengo a eliminar un sesgo muy presente en mi, en la sociedad en si. Dejemos el prejuicio de lado. Hablemos del dolor como un hecho concreto, tomemos el peso que tiene, estimulemos las acciones positivas para poder salir adelante, acompañemos a quienes lo padecen, busquemos la forma de comprenderlos. Nos replanteemos el dolor como eso que si está, que si existe, dejemos de mirar para un costado. Hagamos que sea parte del aprendizaje colectivo, de estrategias socioculturales. Busquemos la Forma de mostrar que somos capaces, de ser vulnerables pero a la vez que pondremos lo mejor de nosotros para salir adelante.
LIBRA.

Que alegría poder disfrutar de tus post una vez más, gracias por seguir invirtiendo tu tiempo en algo que podemos disfrutar y reflexionar.
ResponderBorrarMuchas Gracias! espero poder generar conciencia al menos un poco.
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