Ser en Plenitud

Estoy sentada en una piedra, miro alrededor la naturaleza inmensa e imponente me rodea, cierro los ojos con esa imagen en mi mente, inhaló profundamente ese aire puro que solo un espacio tan colmado de paz me puede entregar. De derecha a izquierda montañas que muestran la dirección al cielo, y en medio de ellas un espejo de agua, que en calma le da voz al viento. Un sueño, de instantes. Un momento de eterno trabajo natural. 

El sol se hace sentir en mi piel, pero el aire frío como el hielo no le da oportunidad a calentar lo suficiente mi cuerpo. Aunque agitada mi respiración, va armonizando con el ritmo de las rafagas de viento. Ese que pasea por mi rostro dando una sensación de viveza en todo el cuerpo, mis labios secos sienten la brisa como una caricia, mi piel quemada, siente alivio con su frescor. Mi cuerpo sobreexigido por escalar tiene el corazón latiendo de manera rápida y constante. La sangre fluye con gran excitación para llenar cada uno de mis vasos.

Cómo ese contraste del interior al exterior de mi cuerpo. Me hace satisfacer perfectamente, entro en paz, quedó con la mente en blanco, mis músculos lo sienten, mi mente se relaja. Solo me dedico a ser. En ese momento y en ese lugar llegué a Ser una Mujer Plena.

Gracias por la foto a mí amigo Carlos! Dique Cuesta del Viento. San Juan. Argentina. 

Libra ⚖️