Conectamos

 

Estos días estuve pensando, en qué es lo que realmente nos hace sentir amenos en el momento de compartir con otras personas, cómo darnos cuenta si realmente se puede generar o no un vínculo con la persona que tenemos en frente. ¿Qué se necesita? ¿por qué surge una conexión? ¿qué es un vínculo?

               Ciertamente hay miles de interrogantes que atraviesan mi mente, hoy es un poco más complejo lo que pienso, tal vez porque estoy en procesos de trabajar nuevos vínculos, conozco nuevas personas y estoy rodeada de muchas. Pero realmente me detengo a pensar, que sucede con aquellos con los que me relacionaba anteriormente, cuanto me afecta la distancia y qué valor tienen en mi margen de representación. No es que quiera clasificar y poner unos por sobre otros, pero realmente estoy, en un punto en donde pongo en valor factores que antes ni siquiera tenía en cuenta. Como el hecho de si realmente teníamos un interés común o si se forjó una relación por beneficio de ambas partes. Si los vínculos estaban sólidos, eran buenos para mi persona, me hicieron crecer de alguna u otra manera, me dejaron algo. ¡Y sí, porque no! Ser un poco egoísta y replantearme si, vale la pena continuar compartiendo con ellos, si fueron parte de tal vez, lo que se llamaría “una etapa” de la vida, simplemente cumplir un ciclo, un objetivo, un momento. Tanto para ellos, como también para mí. Cierro los ojos en este momento, algunas personas que fueron sumamente importantes para mí, hoy ya perdieron ese valor, no continuó la reciprocidad que caracterizaba ese o aquel vínculo.  Amigos, grandes amigos que están presentes en aquellos recuerdos del pasado, me acompañaron, me dieron, y les entregué. Eso es la ecuación que me demuestra que hay una construcción en conjunto, esa chispa que nos motivaba a compartir, de una u otra forma se fue apagando, tomamos rumbos distintos. Hoy un like en las redes sociales, tal vez en algún momento un comentario, están ausentes pero presentes a la vez. Qué paradoja gracias a la tecnología, contactarnos sin compartir con nadie en específico.

Ideas van y vienen, trato de descifrar… construir una pequeña noción  de lo que significa para mi, conectar. Entrar en la base de ese momento en el que el intercambio de ideas se une en un punto, con un ápice de disfrute, para que no se torne un debate o un simple quiz de preguntas y respuestas. Un tema, de conversación por más insignificante que sea, si se concatena con un poquito de amabilidad, interés y ceder (aclaro  que  para mi ceder mi tiempo vale demasiado) creo que tenemos un punto de conexión. Si se replica,  se extiende a lo largo del tiempo y se diversifican los temas vamos encaminados a generar un vínculo. Esta claro que los vínculos son particulares y prima la base que deben ser RECIPROCOS.

Hoy, en este punto de mi vida no soy la misma que hace unos años, pude crecer y avanzar, lucho para ser mejor cada día, siempre buscando la forma de seguir adelante, de aprender y desplazarme en el paso temporal que se me ha otorgado, dando lo mejor de mi. Tengo la confianza y la seguridad de ser quien soy, y aun más de saber de dónde vengo y cómo transité ese camino, quienes fueron los que me acompañaron. Familia, amigos, compañeros de trabajo. Hoy para conectar con alguien más, necesito delimitar ese punto de interés, sin dudas yo busco algo y a la vez decido entregar. Mis vínculos, tardan mucho más tiempo en concretarse. Eso me hace selectiva, pero debo pensar en mí.

No se como podría clasificar este texto, introspectivo. Realmente podría explayarme en la teoría del vínculo de Piagét, pero no creo necesario enmarcar teóricamente esto. Hoy  me siento así y aquí les dejo para que sepan un poquito de todo lo que pasa por mi mente, divagaremos en siguientes oportunidades juntos, de hecho siempre estoy abierta a sugerencia de temas y además los utilizaré en modo TERAPEUTICO. Gracias a todos y todas las que me leen, espero no marearlos.

 

 

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