Una vez alguien me dijo que lo lograría, que solo depende de cuanto esfuerzo y empeño ponga para alcanzar mis sueños. Su cariño y confianza en mí, en mi forma de relatar las ideas, en la emoción que se reflejaba en mi mirada al hablar de lo que quería conseguir, y cómo atentamente daba empuje con sus palabras a mis momentos de explayarme. Afirmar, que conseguir todo eso no era algo imposible para mi. Era una persona que creía en mí, que a pesar de nuestra diferencia de edad, de ella ser una madre, abuela y persona sin relación sanguínea conmigo, me hizo entender que teníamos un lazo, que en su momento fue lo que me llevó a vivir mi vida de forma diferente.
Poco a poco descubrí a medida que el tiempo fue pasando, que existen estas conexiones con las personas que encontramos en nuestro entorno, en lo cotidiano de nuestras vidas y que su existencia tiene una razón de ser.
Hoy vengo a hablar de los vínculos, son un lazo afectivo emocional que se forma entre dos personas. Es ese hilo invisible que nos conecta, y que influye en cómo nos sentimos, pensamos y nos comportamos.
En la infancia, es donde se encuentran los primeros, algunos los tienen con sus padres o sus cuidadores, y son fundamentales para el desarrollo emocional y social. Depende de cómo atravesamos esta etapa de la vida nos pueden afectar al crecer en el autoestima o la autopercepción. Si nos brindan cariño, contención , apoyo y cuidados básicos, nos ayuda a tener una autoestima más bien alta. Es también una pata fundamental en nuestra capacidad de establecer relaciones; los vínculos seguros, nos ayudan a desarrollar habilidades sociales y a construir futuros lazos con otras personas en la medida que sea necesario. La visión del mundo, puede ser totalmente diferente dependiendo de estas acciones en nuestra llegada a él, simplemente nos hacen interpretar la percepción de los demás y de nosotros mismos.
Ahora en la adultez tratamos con un mundo dinámico, caótico y sobre todo repleto de vínculos, pero en realidad ¿somos conscientes de ellos? Nuestros padres, amigos y personas que estaban presentes en la infancia, ya no están del todo presentes, a medida que salimos al mundo, nos tornamos independientes, establecemos nuevas relaciones, laborales, amistades, educación, incluso amorosa. Mantener un vínculo depende de muchos factores, además del esfuerzo que hacen las dos personas para el trabajo y la reafirmación del mismo, por ejemplo: mis hermanas y yo tenemos una relación afectiva de construcción continua, a pesar de la distancia, la diferencia de edad y gracias a las facilidades que nos otorga la comunicación. Pero sin duda es un régimen aceptado, libre y sobre todo deseado.
A medida que fui transitando la vida, me di cuenta que mi bienestar emocional, depende de mí misma. Pero es mucho mas fácil cuando estás acompañada de personas que están dispuestas a escucharte y a compartir contigo. Las amistades, son ejemplos perfectos de esto, pues son vínculos que uno forja con un ser extraño que coincide y hay un interés mutuo, con el compartir, la aceptación de unos a otros, las pautas de convivencia hacen que estos poco a poco se vayan estableciendo.
El amor, es uno de los trascendentales, aquí voy a hacer referencia al amor de pareja, ya que creo que el amor puede ser diversificado y aplicarse en diferentes contextos. Pero, el vínculo que tienen dos personas quienes deciden compartir una vida, emprender la relación de compromiso y de lucha, creo que es tan fuerte como el hecho que libremente optamos por elegir a ese otro.
Así como nos encontramos con todo tipo de vínculos que nos permiten crecer, desarrollarnos, sentirnos parte y hacernos mejores personas. También los hay aquellos que son tóxicos, que tienen relación de dependencia, donde hay una dominación y una sumisión impuesta. Los hay de, establecimientos prohibitivos, y de castración. Sin control, e incluso sin conocimiento pleno.
Las personas con las que nos relacionamos,y les otorgamos cierto poder y herramientas para conocernos pueden ser aquellos quienes nos ayudan a crecer y ser plenos, pero también pueden no ser lo que nosotros pensamos. Ahora bien, por qué vengo a decir todo esto. Simplemente, con un objetivo de advertir que hay este proceso dentro de nuestra vida cotidiana, conocemos personas nuevas, tratamos con ellas, estamos siempre en una especie de juego, somos los dueños de nuestro destino, es importante saber quién es cada uno y cuanto es lo que estoy dispuesto a ceder por el otro. Algunas personas, puede que no valgan la pena el esfuerzo, pero a la vez puedes encontrar a personas increíbles, dispuestas a ser una pieza fundamental en tu futuro, capaz de compartir espacio en su historia y que te muestren un antes y un después del mundo luego de conocerlas.
“Somos seres sociales por naturaleza, y la conexión con otros es esencial para nuestra felicidad.”- Mark Manson
¿Estás dispuesto a nuevos vínculos?
Libra.
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