Suena muy técnico, lo sé, pero necesito que tengamos muy claro el concepto, porque quiero hablar en particular de la violencia psicológica, que puede surgir en lo cotidiano de nuestras vidas. Creo que es un tema que tal vez lo vemos como lejano, pero es más cercano de lo que se piensa.
Con esto quiero dejar en claro dos cosas, la primera, hablo desde una perspectiva de conocimiento de causa, estuve expuesta más de una vez a situaciones de violencia e incluso fui una víctima de la misma. Y segundo, lo que exprese en éste texto, no es necesariamente aplicable a todas las situaciones. Como mensaje principal, si alguna de las cosas que leas aquí llaman tú atención, o te suceden, puedes solicitar ayuda. No estás solo/a.
Es normal, es natural, lo acepto, todos tienen sus cositas, lo hago enojar, es mi culpa, yo no debería decirle nada a nadie, me van a mirar mal, me da vergüenza... Así y de muchas formas más, trabaja la mente. Quien inflige la violencia, tiende a hacernos creer, que lo que sucede es parte de la normalidad y cotidianeidad de todos; que sus actitudes o palabras son a causa de nuestro comportamiento y/o forma de ser, y nos aíslan del círculo social de manera directa (con amenazas y mentiras) o de formas indirectas (haciendo que la percepción personal se distorsione).
Pero... ¿cómo llegamos a ser víctimas en realidad? que dificil responder, nadie en su sano juicio quiere ser victima, nadie va a un lugar para sufrir a menos que sea consciente de esto y le de placer (masoquismo). El o la violenta, tienen la capacidad de no solo ejercer poder sobre la víctima, que la misma acceda de forma inconsciente, pero generalmente tienen personalidades capaces de mentir a detalle, de manipular los hechos, de conseguir credibilidad con pruebas, de trabajar tus gustos y darte cosas buenas, cariño, promesas, respeto. Hay una posibilidad muy amplia de que lo que nos ofrecen a cambio de lo normal, sea algo que es muy valorado o en caso contrario no queremos perder algo que pueden amenazar.
Como les cuento, la violencia se puede encontrar en tu propia casa, tu esposo, tu pareja, tu mujer, tu padre, tu madre, el vínculo que tienen con tal o cual persona. Siempre hay dos condiciones que se dan, una persona que somete y un sometido. Es probable, que ciertas cosas te hagan ruido, pero hay casos en los que ni siquiera eres capaz de darte cuenta. Son muchas las formas en las que pueden hacerte daño. La violencia doméstica o de pareja puede ser explícita, gritos, maltratos, desprestigio, burlas, insultos, insinuaciones, prohibiciones. O in explícitas, económicas, psicológicas.
Ahora,me voy a permitir hablar de un caso en particular que me ha llevado a la reflexión de este tema, hace unos días una amiga me comentó que encontró una remera que se había comprado hace un tiempo, toda rota y tirada en uno de los cestos de basura de su casa. Su marido, había manifestado anteriormente que dicha prenda no era para ella, que no debía vestirse de esa forma ya que provocaba a otros hombres. Ella, dejó pasar el comentario ya que no tenia intención de hacer lo que su esposo insinuaba. Tomo esa prenda y la guardo entre sus pertenencias. Poco a poco el hombre le solicitó que tirara dicha prenda y otras más, ya que manifestaba la propiedad del cuerpo de su esposa. En el proceso de dos meses, los comentarios se fueron tornando despectivos y ya no solo por la forma de vestir, sino que por los gestos y la personalidad; motivo por el cual el masculino menciono que partir de un momento determinado él iba a comprar la vestimenta de su mujer ya que ella era mala madre y esposa por su forma de vestir y de ser. Poco a poco, el conflicto del hombre se extendió a lo referido a las tareas del hogar y a él tiempo libre de ella. En este relato, claramente había señales de violencia, pero aún así para ella solo el marido estaba intentando “cuidarla”. Estar en esta situación, es muy dificil, sobretodo porque hay un sentimiento y un vínculo de por medio. Las personas cambian, y si puede que nunca hayan demostrado rasgos de violencia con anterioridad. Y de golpe, un día menos esperado hay una señal. Aunque solo es un ejemplo de violencia que no llega al extremo, o al menos solo tomo parte del relato por sensación de protección de la víctima. Lo que quiero alertar es, NO NECESARIAMENTE TE TIENE QUE GOLPEAR PARA SER VIOLENTO. Mis disculpas con el genero masculino y me refiero más a un El que a una ella, lamentablemente las estadísticas y la fomentacion de machismo hizo que sean la mayoria, pero vuelvo a aclarar, las mujeres también ejercen violencia, incluso de formas más complejas y hasta de cierta forma podría decir que los hombres sometidos sufren sin un marcó que los ayude,tan visible como la mujer. Es esto algo a tener en cuenta para las normativas sociales y los derechos que vamos ganando.
La violencia de género, el sometimiento de los hombres tras una mujer violenta, el maltrato de la comunidad LGBT+, los femicidios. Son parte de la actualidad, no debe ser tabú. Es pertinente que se haga hincapié en las siguientes generaciones la necesidad de poder establecer límites sanos, conocer los riesgos, los derechos y libertades de las personas por el solo hecho de ser persona y que debemos tener valores marcados, la burla, el insulto o el menosprecio, tienen que dejar de ser naturalizado.
Tengo la esperanza que en algún momento podemos aspirar a vivir con índices de violencia más bajos. Pero para eso les hago el llamado para colaborar. El cambio empieza por educarse cada uno y educar a los demás. LUCHEMOS POR UN MUNDO SIN VIOLENCIA.
Libra
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